Pasadas unas horas del desastre de Bilbao, creo que ya es hora de dejar de lamernos la heridas para volvernos a poner de pie.
Fue duro, durísimo, pero ya quedó atrás.
Ni el Sevilla ni sus aficionados podremos disfrutar de la final copera de Valencia, pero sí podremos disputar las 13 finales que ahora mismo nos quedan hasta final de temporada. Si el sábado pasado, en los prolegómenos del partido ligueron en San Mamés, decíamos que lo importante era ganar en Liga y que ya habría tiempo de pensar en la Copa, pasado el partido del miércoles, el objetivo ahora vuelve a ser la Liga.
Los sevillistas hemos de levantarnos después del batacaz,o como hemos hecho en infinitas ocasiones y centrar todos nuestros esfuerzos e ilusiones en las 13 finales que nos quedan hasta lograr el objetivo marcado al inicio de la temporada.
De nada sirve ya seguir pensando en la eliminación copera, es hora de mirar al frente y pensar en la clasificación para la Champions.
La primera parada de ese tren hacia la consecución de los objetivos, pasa el domingo por Nervión. Los sevillistas tenemos la obligación de transformar toda la pena y rabia por al eliminación del miércoles, en ánimo e ilusión por seguir sumando en Liga y acercarnos el objetivo.
La Copa ya es historia.
El domingo tenemos otra final en Sevilla. La primera de 13.
¡A por ellos!