Hay noches en que después de una buena cena el postre tiene un sabor especial. Eso fue lo que nos pasó el Sábado. El restaurante era de 2 tenedores y se llamaba Santiago Bernabeu.
Después de una gran cena, de un fútbol exquisito, de un partido que se hablará y se recordará por muchos años…Pues aparece la solvencia de Luis Fabiano y la calidad de Kanouté para llevarse algo más que tres puntos de Villarreal, lo que puede ser un pasaporte para la previa de Champions y, si todo va bien, escuchar de nuevo el dulce sonido de «Zadok el sacerdote», Haendel…que postre más rico.