Otra nueva derrota y ya son cuatro partidos seguidos. Un Sevilla muy titubeante en la primera mitad le dio confianza a los castellonenses para adelantarse en el marcador, con su goleador Nilmar. El Sevilla no acababa de encortar el juego ni por las bandas Jose Carlos-Perotti, ni por el centro, esta vez con el tribote Romaric-Zokora-Cigarini.
Tras el descanso Manzano apostó por la entrada de Negredo y Capel, con lo que se vio un Sevilla con más toque y más volcado al marco rival, aunque no llegó el ansiado gol, bueno, llegó pero fue anulado por un incomprensible fuera de juego. La temporada va a ser muy complicada.