Magnífico resultado el cosechado por el equipo esta tarde-noche en San Mamés.
Como se esperaba ambos equipos hicieron cambios en sus onces iniciales pensando en la Copa, aunque en el caso del Athletic, Caparrós llegó a alinear hasta al portero suplente.
Se esperaba un partido duro, de mucha lucha y desgaste y Jiménez alineó a tres medio centros de corte defensivo (Duscher, Fazio y Romaric), situando al africano un pasito por delante. En bandas, el de Arahal le dio una nueva oportunidad a Perotti por la derecha, con Capel en la izquierda y Kanouté arriba.
Como era de esperar, el balón perteneció en todo momento al único equipo que lo quiso jugar aunque como viene siendo habitual el equipo no llegaba arriba con facilidad. El Athletic por su parte le dejaba todo en manos de algún balón colgado o un rechace y precisamente en una jugada así llegó el gol que daba ventaja al equipo vasco.
Nada cambió a partir de ese momento y el Sevilla siguió llevando las riendas del encuentro pero sin crear excesivo peligro hasta que Kanouté, el mejor jugador con diferencia en el césped de La Catedral, bajó un balón dentro del área pequeña y fusiló a Armando haciendo el empate.
Por suerte el equipo había conseguido igualar el marcador antes del descanso lo que suposo una inyección de moral de cara a los siguientes 45 minutos.
La segunda mitad siguió por los mismos derroteros, con un Sevilla bien situado en el campo, seguro atrás y que poco a poco iba metiendo al Athletic en su área. Así, cuando se llevaban 12 minutos de la segunda mitad, Romaric vio la incorporación del malí entre los dos centrales, le puso el balón por alto y el control del pichichi del equipo, aunque no fue bueno, pero hizo correr a los jugadores bilbaínos que le fueron a tapar el disparo, aunque este, abajo duro y cruzado fue imposible para la estirada del ex meta del Cádiz, Armando.
El marcador hacía justicia a los méritos de ambos equipos, pero todavía quedaba mucho tiempo por delante y si de algo puede presumir el Athletic es de pundonor y garra, lo que no permitía a los nuestros ni un segundo de relax.
Jiménez empezó a mover el banquillo, dando descanso a Fazio, Capel y Kanouté para dar algunos minutos a Acosta, Renato y Konko, pero el partido poco cambió, pues aun con el Malí en la ducha el equipo tuvo alguna otra oportunidad de sentenciar.
Al final, cuando sólo faltaban dos minutos para acabar el encuentro, el Athletic tuvo la oportunidad de empatar en una jugada en la que Torquero se plantó sólo delante de Palop, pero el valenciano, haciendo gala del apodo de San Palop, sacó el balón con la pierna y asegurando la victoria de los nuestros.
Ahora, finalizado el partido y con los 3 puntos en casa, es hora de empezar a pensar en el partido del miércoles, donde el equipo se jugará la clasificación para la final copera con la moral por la nuebes tras la victoria y el buen partido de esta noche.
¡Bravo Sevilla!