Hoy se puedes escribir dos crónicas muy distintas, una de ellas hablando de nuestros propios errores y otra muy distinta hablando de los errores arbitrales.
Está claro que podemos decir que hoy hemos perdido por culpa del árbitro, por su facilidad a la hora de sacar tarjetas por nada, por su forma de pitar todo lo que los jugadores del Valencia le exigían y por medir claramente a los dos equipos con un rasero muy diferente.
González Vázquez ha sido capaz de sacar tres tarjetas a jugadores del Sevilla en una misma jugada, mientras Renato estaba siendo atendido por una brecha que Albelda le había hecho de un codazo.
¿Y Albelda?, pues ni tarjeta amarilla.
Además de todo eso, dos penalties y una roja directa.
Esa bien podría ser una crónica del partido, pero otra muy diferente podría decir que el equipo ha saltado al campo muy bien posicionado, que ha dominado al Valencia en una primera parte muy buena y que sólo la estúpida expulsión de Adriano al realizar una dura entrada sabiendo que ya tenía una amarilla ha cambiado el rumbo del partido.
En el segundo tiempo, un penalty estúpido de F.Navarro (podrá ser o no ser falta, pero un defensa nunca puede saltar con el brazo en alto dentro del área) ha permitido a los valencianistas adelantarse en el marcador después de que el equipo se haya olvidado de jugar al fútbol y sólo haya intentado irse arriba cuando se ha visto detrás en el marcador.
No voy a negar que tengo un cabreo importante, pero un cabreo repartido entre unos y otros, por que si bien es cierto que el árbitro se ha cargado el partido, jugadores profesionales que saben lo que hay en juego no pueden cometer los errores infantiles que han cometido Adriano y F.Navarro.
Ya dije en la previa que hoy teníamos mucho que ganar y poco que perder pero hoy, además de los 3 puntos, también hemos perdido a dos importantes jugadores de cara al encuentro del miércoles.
Ahora más que nunca los sevillistas tenemos que remar en la misma dirección, apretar los dientes y empujar todos hacia delante con los partidos que nos vienen.
De todos modos quiero dejar claro que en ningún caso dudo de nuestra clasificación para al Champions, y me apostaría con cualquiera que encima entraremos como terceros, no sólo por que confío en nuestro equipo si no por que además el Valencia tiene también un calendario durísimo.
Ahora nos toca pensar en el partido del miércoles.
No será fácil, viajamos con bajas importantes y nos enfrentamos al actual líder, pero hemos superado cosas peores y además, por mucho que nos cuenten, 17 equipos de primera se cambiarían por estar donde ahora estamos nosotros.