Antes de empezar con el partido, quiero hacer mención al nuevo contrato publicitario suscrito por el club con al casa de apuestas asiática 12Bet. Según leo en la web del club, el acuerdo alcanzado permitirá al club ingresar el doble de dinero del que se ingresaba con el anterior patrocinador y eso, al fin y al cabo, es lo que nos debe importar.
Bueno eso y alguna otra cosa….pues las primeras noticias decían que el logo iba a ser BET y claro, eso no es cualquier cosa.
¿BET en la camiseta del mejor equipo de Andalucía?.
Cuando lo he leído me ha venido han venido a la cabeza los rumores de la camiseta verde para la Champions y me he dicho, “sólo falta jugar de verde y con BET en el pecho”.
Por suerte sólo ha sido un falso rumor (otro más) y cuando he visto a los nuestros saltar al terreno de juego me he quedado más tranquilo ;).
Bueno y ahora a por la crónica, aunque antes de empezar quiero decir que “chapeua”, vaya CHAPÓ.
Y ahora sí, vamos allá.
Me ha resultado curioso comprobar como el equipo sigue siendo, aún con las nuevas incorporaciones, un calco del que teníamos el año pasado.
Como pasaba en la Liga pasada, el equipo ha jugado más bien poco, ha estado lento, con dificultades en la creación y dedicando los primeros 45 minutos a ver pasar el tiempo.
Jiménez ha empezado con Palop en la portería, una defensa de cuatro con Konko, Drago, Squillaci y Navarro, con Perotti, Zokora, Duscher, Capel y J.Carlos en el centro y con Kanouté como único delantero.
No voy a entrar a valorar mucho los jugadores utilizados, pues es cierto que para el partido de esta noche, el equipo tenía numerosas e importantes bajas, pero de ahí a utilizar ese argumento como excusa para el pobre fútbol mostrado esta noche hay un trecho.
El primer tiempo ha sido soporífero, así de claro. Un partido que nunca le enseñarías a alguien que no sabe lo que es el fútbol.
Los nuestros, como ya hicieron en mucho partidos de la Liga pasada, se han dedicado a verlas venir, a esperar atrás dejando el dominio del balón a los valencianistas y, viendo que estos tenían mucha posesión pero poco peligro, ha seguido así hasta el pitido final del primer tiempo.
En este periodo, lo más destacable no ha sido el fútbol, básicamente por que no ha habido, si no la vergonzosa actuación del trencilla de turno, que ha pitado creyéndose en la final de la Champions, expulsando a Jiménez por protestar, y con razón, su pésima actuación.
En el segundo tiempo las cosas han cambiado algo, sobretodo por que en el primer acercamiento del equipo, Adriano, que había sustituido a Capel, anotaba el primer gol tras una preciosa pared con Perotti.
Sin hacer prácticamente nada, los nuestros se ponían por delante y, viendo la incapacidad de los chés, parecía que era un paso enorme para la final. Era una nueva demostración de pegada, de como sacar petróleo a una jugada aislada sin haber hecho casi nada hasta entonces.
Vaya, lo mismo que en muchos partidos de la temporada pasada.
Como se esperaba tras el gol, los valencianistas se estiraron en busca del empate, pero seguían en la tónica de mucho toque y poco peligro y así, entre los estériles intentos levantinos y los múltiples cambios, el partido se iba apagando poco a poco.
Cuando el resultado ya parecía definitivo y casi en los minutos del añadido, Duda botaba una falta al centro del área y Koné, muy activo pero poco acertado hasta el momento, hacía el segundo de la noche en un precioso cabezazo.
De este modo, con un fútbol tedioso y lento y con una alarmante falta de ideas en el centro, los nuestros siguen en la línea del “año” pasado, una línea que si bien nos llevó a lograr una maravilloso tercer lugar en la tabla, siempre nos dejó con un sabor amargo por el fútbol desplegado, y parece que este año, visto lo visto, va a seguir siendo así.
Está claro que en el fútbol como en todos los deportes, lo principal es ganar, pero también es cierto que hay muchas formas de hacerlo y siempre es más bonito hacerlo jugado bien al fútbol.
Llamadme romántico, pero aunque me alegro muchísimo por la victoria de esta noche, yo de mi equipo espero algo más.
Nos guste o no, que importante es tener un jugador que ponga bien las faltas…eh Hilario.